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El 58 % de los empresarios reconoce que ha sufrido una ampliación en los plazos en los que les pagan sus facturas desde marzo de 2020, según la encuesta* realizada para la elaboración de la séptima edición del libro “Análisis del comportamiento de pago empresarial”, un macroestudio sobre la situación de los pagos en las empresas españolas publicado por INFORMA.
La situación económica general sigue siendo el principal problema que enfrentan las empresas, pero con una mayor preocupación que el año pasado, pasa del 29 % al 66 %. Y si el año pasado encontrar nuevos clientes se situaba detrás, con un 25 %, este año la morosidad es el segundo problema, con cerca del 20 %. Al realizar esta encuesta el 91 % de las empresas confirmaban haber recuperado su actividad habitual.
Otro cambio respecto a años anteriores se observa en las causas de los retrasos. Hace un año, para el 38 % de los encuestados la primera causa del retraso en los pagos era financiera, un 29 % lo achacaba principalmente a problemas administrativos y eran un 23 % los empresarios que opinaban que se trataba de demoras intencionadas. Este año más del 37 % opina que la principal razón es la intencionalidad, los problemas financieros lo son para el 32 % de los encuestados y los administrativos para un 28 %.
Nathalie Gianese, directora del Departamento de Estudios de Informa D&B, ha destacado que: “El comportamiento en los pagos de las empresas españolas comenzó a empeorar en el último trimestre de 2017 y ha seguido esta tendencia para cerrar 2019 con un retraso medio de 14,12 días, casi un día más que los 13,30 del año precedente y que la media europea que terminó el año en 13,17”. El retraso medio español había superado siempre al europeo hasta 2016 para volver a igualarse en 2018 y estar por encima desde entonces.
En la encuesta realizada entre empresarios también se incrementa el porcentaje de impagados, el 61 % reconoce haber sufrido impagados a lo largo de los últimos doce meses, cuando esta cifra era del 55 % el año anterior. También parece incrementarse la cantidad afectada, porque si bien el importe de los impagados es inferior al 5 % de la facturación de la compañía en el 70,5 % de los casos, un año antes lo era en el 91 %.
También ha aumentado el número de empresarios que aplica intereses de demora, que pasan del 14 % al 27 %, y, entre los encuestados, el 40 % opina que la aplicación de un régimen sancionador ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos de pago, como la medida que más favorecería un cambio de comportamiento, seguida por mejorar las ayudas con un 37 %.
En 2019 en España el plazo medio pactado para abonar las facturas y el periodo medio de pago efectivo se incrementan. El compromiso de pago crece más de día y medio en un año, quedando en 76,51 y el pago real casi 2,5 días hasta 90,63. En conjunto, los retrasos de las empresas suponen un coste directo para el tejido empresarial de 1.728 millones de euros en tan solo los tres últimos meses del año.
Los resultados del análisis muestran los pagos puntuales han ido disminuyendo en España, bajando del 55 % a finales de 2017 al 47 % al termino de 2019 y los pagos a más de 90 días suben por encima del 4 %.
Más del 50 % de las empresas presentaba al cierre de 2019 un riesgo alto o medio alto de impagados. Hay que señalar que casi el 40 % de las empresas que tuvieron algún impago en 2019 ya habían registrado algún pago a más de 30 días en 2018, el 66 % de estos superando los 90 días de retraso.
España mantiene una dicotomía en el comportamiento de pago de las empresas entre norte y sur, con una diferencia de 16,12 días en el retraso medio en los pagos entre la comunidad que mejor se comporta, Navarra con 9,86 días, y la que peor, Ceuta con 25,98. Aunque el retraso medio se incrementa en la mayor parte de las autonomías desde hace un año.
Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra, Aragón, Galicia, País Vasco y Castilla y León presentan una mayor proporción de pagos puntuales, todas superan el 50 %. En el lado opuesto Madrid, con un 40 % de cumplimiento, y Ceuta y Canarias, ambas en torno al 35 %.
Por sectores, Administración mantiene el peor comportamiento, con una media de 24,28 días de retraso, casi dos más que los 22,49 con que cerraba 2018. El siguiente, Hostelería, se queda en 18,95 días. Los menores retrasos medios se dan en Industria, con 11,56 días, y Comercio, 12,95, ambos mayores que un año antes. El incremento más importante desde hace un año es para Educación que suma 3,88 días.
En diciembre de 2019 las micro y pequeñas empresas pagaban con mayor puntualidad que las medianas y grandes, el 54 % y el 47 % de las primeras frente al 28 % y 11 % de las segundas. Desde el año anterior el periodo medio de retraso se ha incrementado para las empresas de cualquier tamaño. El más corto es para las pequeñas, 11,80 días, las medianas se demoran 13,30 días de media, las micro 15,87 días y las grandes son las que más se dilatan, 15,93 días.